Más allá de las sanciones que puede acarrear la falta de cumplimiento del marco normativo vigente, todavía son muchas las pymes que no están adaptas a garantizar a los clientes sus derechos. En esencia la nueva regulación de protección de datos endurece el control sobre los datos personales y otorga a cada individuo el derecho a que sean utilizados o no por cualquier entidad, pública o privada, así como la manera en la que se accede a ellos, retirar el acceso, etc. Sin embargo, muchas otras empresas están buscando ayuda para hacer del cumplimiento de este marco normativo un aspecto diferencial y un valor añadido. Su nueva estrategia pasa por considerar que no hay mejor valor comercial, que conocer en profundidad los datos que les suministran sus clientes presentes y futuros.
Es toda información sobre una persona física identificada o identificable, ya sea un nombre, un DNI, datos de localización, un identificador en línea o uno o varios elementos propios de la identidad física, fisiológica, genética, psíquica, económica, cultural o social de dicha persona.
Será cada empresa la que determine cuáles son los niveles de riesgo en los que incurre y las medidas que, en su opinión, debe adoptar para garantizar que la información de cualquier persona está correctamente custodiada y es utilizada de forma correcta. Se acabó el café para todos en la seguridad de los datos para todos.
El reglamento de protección de datos personales concede una atención especial a la implantación de esquemas de certificación y abre diversas posibilidades para su gestión. Las certificaciones pueden ser otorgadas por las Autoridades de protección de datos, tanto individual como colectivamente desde el Comité Europeo, o por entidades debidamente acreditadas.